Capitulo V
RETORNO Y REENCARNACION
Retorno y reencarnación son dos leyes
diferentes; severos análisis nos han llevado a la conclusión de que existe
diferencia entre retornar y reencarnar.
El Yo no es un individuo puesto que está,
constituido por muchos Yoes, y cada Yo, aun cuando tiene algo de nuestra
propia, subconciencia, goza de cierta auto-independencia.
El Yo es legión de diablos, afirmar que la
legión se reencarna resulta absurdo. Es exacto afirmar que el individuo se
reencarna, pero no es exacto afirmar que la legión se reencarna.
En este mundo existen millones de personas,
pero es muy difícil hallar un individuo.
Solo creando nuestros cuerpos existenciales
superiores del Ser, disolviendo el Yo, y encarnando el Ser, nos convertimos en
individuos.
Los individuos sagrados se reencarnan, pero el
Yo únicamente retorna a nueva matriz para vestirse o mejor dijera revestirse
con nuevo traje de piel.
El Yo continúa en nuestros descendientes
mediatos o inmediatos, el Yo es la raza, el error y el dolor que continúan.
Algunos ignorantes seudo-ocultistas suponen
equivocadamente que la personalidad se reencarna y a menudo confunden la
personalidad con el Yo.
La personalidad no es el Yo, la personalidad no
se reencarna, la personalidad es hija de su tiempo y muere en su tiempo.
La personalidad no es el cuerpo físico. La
personalidad no es el cuerpo Vital, la personalidad no es el Yo, la
personalidad no es el alma, la personalidad no es el espíritu.
La personalidad es energética, sutil, atómica y
se forma durante los primeros siete años de la infancia con la herencia,
costumbres, ejemplos, etc, robusteciéndose con el tiempo y las experiencias.
Tres cosas van al panteón o Cementerio:
1) Cuerpo físico
2) Cuerpo vital
3) Personalidad.
El cuerpo físico y el vital se desintegran poco a poco en forma
simultánea. La personalidad deambula por
el cementerio o panteón y solo a través de varios siglos se va
desintegrando.
Lo que continúa, eso que no se desintegra en el
cementerio, es el Yo pluralizado. La legión del Yo continúa con un cuerpo
común, dicho cuerpo no es el astral como suponen muchos.
El cuerpo que usa la legión del Yo es el cuerpo
lunar o cuerpo molecular. Es necesario que los estudiantes gnósticos no
confundan el cuerpo lunar con el cuerpo solar.
El cuerpo solar es el cuerpo astral.
Solo aquellos que han trabajado con el Maithuna
durante muchos años poseen realmente el
cuerpo astral.
Los pequeños Yoes que habitan en el cuerpo
lunar se proyectan por todas las legiones de la mente cósmica, y regresan a su
cuerpo común (el cuerpo lunar)
El Yo vestido con su cuerpo lunar retorna a una
nueva matriz para revestirse con, el traje de piel y repetir en este valle de
lagrimáis, sus mismas tragedias y amarguras.
Solo aquellos qué poseen el Ser se reencarnan.
Los que no poseen el Ser, retornan.
Se necesita poseer el Ser para reencarnarse. Se
necesita no poseer el Ser para retornar.
Es sacrificio reencarnarse, es un fracaso
retornar. Se reencarnan los individuos sagrados para salvar al mundo. Retornan
los Imbéciles para atormentar al mundo.
Las reencarnaciones sagradas fueron siempre
celebradas en el Tibet con grandes fiestas religiosas.